Habitualmente cuando nos encontramos frente a nuestros sueños, nos permitimos crear las condiciones necesarias para que esos anhelos se concreten mediante proyectos diseñados.
El emprender ese camino de aprendizaje debe ir rodeado y basado en algunos principios y valores, propios de cada individuo, los cuales en momentos difíciles serán el sostén principal de esos sueños. Intentaré hacer un balance de lo que me han dejado mi participación en el equipo que compitió por primera vez en una División de Honor Nacional, el Clinic Internacional de Futsal Más Austral del Mundo, y la primer fase de desarrollo en el inicio del proceso de Selección Nacional Argentina (AMF), ámbitos en los cuales participo activamente y disfruto.
Sin embargo este balance u observación parte desde el basamento fundamental e imprescindible de los principios y valores. Y más allá de que, en estos proyectos, nos une la pasión por nuestro deporte el fútbol de salón, también el punto de encuentro son esos principios y valores. No puedo dejar de aclarar que la política no entra dentro de estas pautas, por la única razón que los principios y valores que deseo para mi camino son innegociables. En cambio en la política debemos acordar corporativamente o con un par, cediendo quizás parte de nuestra identidad, contradiciendo las ideas y maneras de actuar en consecuencia.
Este antagonismo (existente para mí) entre los sueños y la política, marcan las condiciones y el terreno donde nos movemos. Hago este apartado de los últimos párrafos, ya que en cada proyecto donde en la maleta cargamos nuestros sueños, es probable que algunos amantes de la política embarren el camino sin pensar en aprovechar ese esfuerzo y muchos otros más, para mejorar y nutrir el camino. Debo decir que ese camino no es otro que (en mi caso), el que me conduce a brindarle a mi deporte lo mejor de mi persona para que crezca y trascienda sus miserias, que dada su historia son muchas.
Primeramente hay personas que desde la política deportiva, se encargan de sabotear en forma constante cualquier indicio de independencia de ideas, llevando a muchos emprendedores a fracasar en sus anhelos. Un indicio muy perceptible del miedo que generan las nuevas ideas en gente que se siente cómoda en su apatía, o tiene algunos privilegios que no piensa relegar o que queden expuestos ante la opinión de terceros. De todas maneras estas conductas de antaño terminan cayendo por su propio peso con el transcurrir del paso del tiempo, porque no tienen un basamento fuerte. No poseen principios ni valores.
En un proyecto de equipo esos principios pueden ser: desarrollar un juego creativo, dinámico, lúdico, moderno y eficiente que permita a los atletas sentirse parte del mismo, mediante la libertad de decisión o elección para participar. Sea el nivel que fuere hay una tendencia horizontal en los roles. Y los valores como la honestidad, solidaridad, respeto, tolerancia, humildad, compromiso y transparencia, nos hacen ser más responsables y desarrollar un perfil de deportividad que contribuye a la cohesión de grupo y su identidad. Conociendo fundamentalmente que las metas que nos proponemos alcanzar deben ser consecuencia de esos principios y valores, y más allá de los resultados deportivos.
Ejemplo de esto ha sido la actuación de mi equipo en un nuevo torneo, instancia más importante a la que estamos acostumbrados, donde el desarrollar nuestro modelo de juego era el principal objetivo en la competición. Recibimos 3 derrotas y 1 empate contra equipos más desarrollados, mejor trabajados y con más experiencia en esas instancias, pero el objetivo se cumplió con creces, incomodamos a todos nuestros rivales con nuestro modelo y nuestra identidad. Fuimos fieles a nosotros mismos. Y los valores nos permitieron disfrutar y alejarnos de algunas actitudes tóxicas que a menudo vemos con pesar en los deportes masivos de conjunto.
Debemos ser competitivos al máximo, ya que el Futsal actual lo exige a diario, pero sin olvidarnos de nuestros principios y valores. Ni del juego y su corta duración, empieza, transcurre y termina, esa es toda su realidad. Esas premisas es necesario que se encuentren presentes en los proyectos, y en el caso de equipos de selección donde es más complejo el armado del mismo, también hay que estar mucho más atentos. Una Selección como la de Argentina se nutre de miles de voluntades de nuestro país, para desarrollarla. Pero también hubo voluntades que tenían sueños y chocaron con algunas actitudes mezquinas de detractores (los llamo amigos de lo ocioso y lo ajeno) y políticos de turno con intereses difusos.
Cabe aclarar que no solo los dirigentes son políticos, también los hay entre entrenadores, jugadores, árbitros, periodistas, familiares y aficionados en general. He visto como una y otra vez nuestras limitaciones grupales conspiraron contra el modelo, sus principios y valores, de aquellos apasionados y laureados hacedores de sueños, intentando convertirlos en realidad. Es preciso tener sueños en un ámbito como la Selección Argentina, y hablo de todas las partes involucradas. Conozco muchos Dirigentes que sueñan con brindarle lo mejor a la Selección y a nuestro deporte, no todo está perdido, aunque veo políticos también en los otros ámbitos que menciono en párrafo anterior. Pero en la ardua tarea de llevar la maleta de sueños por el camino, sinuoso y con pendientes, hay muchas personas que se identifican con esos principios y valores, y se ayudan para subir la cuesta y correr obstáculos. Hay un equipo dispuesto compuesto de dirigentes, jugadores, entrenadores y familias enteras de diferentes regiones de Argentina.
Todos apasionados y con ganas de compartir espacios e ideas. Cuando hablamos de esos espacios y compartir, debemos desenmascarar las actitudes mezquinas de los políticos. Desarrollando el Clinic Internacional de Futsal Más Austral del Mundo por segunda vez con mi escuela, y en conjunto con Futsalcoach en 2012, fuimos testigos de muchas de esas actitudes. El ámbito de las capacitaciones es quizás donde más sentimos la falta de conocimientos, y quedamos desnudos ante determinados planteos o ponencias. El evento en vez de ser disfrutado, es boicoteado. Obviamente es más lo positivo que genera en las personas, pero todavía hay «iluminados» que conocen todo ya en la vida y no necesitan más conocimiento: «está todo inventado»…dicen.
Por suerte para el fútbol de salón, son los menos, lo cual marca la tendencia de un deporte que crece lento pero seguro en este apartado del estudio y la preparación que los entrenadores precisan. Sin embargo el evento en forma de circuito, llegó a 6 ciudades importantes del salonismo sudamericano, con muchos inconvenientes pero con principios y valores muy marcados. Esa «fórmula» determinó el éxito y la vigencia del circuito, ya que a pesar de algunas circunstancias atenuantes o intentos de boicot en determinados lugares, el clínic salió siempre a flote y ganó la simpatía de entrenadores, jugadores y dirigentes que aman el Futsal y apuestan a que cambien los paradigmas. Todos nuestros sueños deben ser tenidos en cuenta, y debemos luchar por concretarlos, con principios y valores verdaderos nos encontraremos más cerca…y experimentaremos el camino con mucha ayuda de otras personas que persiguen sus sueños también.