Como la canción que da título al álbum, “Working on a Dream” de Bruce Springsteen, “yo tengo un sueño”. Poder dar forma a una gran escuela de futbol sala de base, donde las niñas aprendan y disfruten con este deporte.
Todos somos conscientes de la dificultad de encontrar niñas con las habilidades técnicas necesarias para que puedan llegar a ser jugadoras de elite. Tras muchos años viendo entrenamientos y partidos de base, he llegado a la conclusión de que es debido, por un lado a que en la inmensa mayoría de los partidos de niñas solo se busca ganar, y por otro lado, a la falta de desarrollo y enseñanza de fundamentos técnicos en los entrenamientos. Pocos, excesivamente pocos equipos buscan el aprendizaje y desarrollo técnico de sus jugadoras. La mayoría busca solo….. Ganar.
A priori uno diría y… ¿qué hay de malo con eso? Está claro que todos queremos ganar, le hace sentir a uno más fuerte, le da ganas para seguir trabajando, evolucionando, mejorando. Alimenta nuestro ego. Estimula a la niña, le da prestigio al club etc. En estos aspectos: Todo muy bien… Pero, desgraciadamente no se analizan los aspectos negativos: Técnicos, generalmente de pie dando gritos, con movimientos ampulosos de brazos, con un tono de voz como si sus dirigidas estuvieran jugando a varios kilómetros de distancia y con semblante de excitación, nerviosismo y en demasiadas ocasiones fuera de sí. ”¡Toca! ¡Pasa! ¡Corre! ¡Tira! ¡Vuelve! ¡Abre! ¡Cierra!». Todas estas exclamaciones y un montón de verbos más se pueden escuchar en la mayoría de los partidos en donde juegan nuestras niñas.
Observando, se llega a la conclusión de que, tanto los clubes como los padres de las niñas, deberían ser muy cuidadosos acerca de en qué manos dejan a sus hijas. Los formadores que se dedican a la enseñanza de las niñas tienen que tener bien claro que cada niña que pisa una pista de juego o ingresa a un club lo hacer para jugar y no precisamente a los gritos.
“Primero haz las cosas bien y luego gana». Pep Guardiola.
La primera lección que implantaría en las niñas y técnicos es muy sencilla y no tiene que ver ni con la pista de juego ni con el balón. La primera lección de una escuela de base, tanto en jugadoras como en técnicos es aprender a decir: “Por favor” y “Gracias”. Las maneras con las que nos expresamos deben ser el aceite lubricante de “todos, técnicos y jugadoras”. “Por Favor” significa “te respeto”, y “Gracias” significa “te aprecio”. A partir de aquí sólo hay dos caminos, entrenar para que estas niñas aprendan el juego de la mejor manera posible o entrenar para acumular trofeos en categorías pequeñas. ¡¡¡¡ TU ELIGES ¡!!!!!!!