Aprovechar el peligro que tus compañeros crean en el ataque posicional

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Aprovechar el peligro que tus compañeros crean en el ataque posicional

La igualdad existente en el fútbol sala actual obliga a todos los que formamos parte de este apasionante deporte, a no descuidar un solo detalle de los aspectos que inciden en el rendimiento de nuestros equipos: Preparación Física, Técnica, Psicológica y por supuesto la preparación Táctica, con todo su compleja interpretación y misterios internos que la componen.

En mi opinión considero que esta última variable es la que marca las diferencias sobre la cancha de juego y la que ofrece un abanico más amplio de actuación a los técnicos de los equipos. El amplio mundo de la Táctica, permite la posibilidad de trasladar la forma de ser del entrenador sobre la cancha de juego, marcando un estilo de juego y proporcionando a sus jugadores unas pautas de actuación indicadas o improvisadas, que nos permiten conseguir el objetivo final, mejorar el rendimiento y por tanto ganar.

«Jugar bien es hacer lo que debes en cada momento para ganar». Rafa Benítez.

Dice un proverbio chino que “Podemos escoger lo que vamos a sembrar, pero estamos obligados a cosechar aquello que plantamos.” y mi espíritu crítico no se conforma: Hay cosas que hacemos muy bien y las debemos valorar adecuadamente, pero no debemos quedarnos con la mirada puesta en el ombligo; para seguir progresando es preciso que reflexionemos también sobre nuestras debilidades.

Mis últimos artículos del Blog son una reflexión sobre el juego de ataque posicional y trato de explicar las cosas que podrían hacernos mejores y donde, según mi opinión, la mayor parte de nuestros jugadores aún no se desenvuelve con mucha destreza. Me refiero a educar y entrenar capacidades como tener flexibilidad de criterio que les permitan cambiar, diseñar representaciones mentales que les permitan predecir lo que va ocurrir y finalmente ser innovadores.

Destaco de nuevo que los jugadores inteligentes tienen la capacidad de anticiparse a lo que vaya a ocurrir, de reaccionar ante situaciones imprevistas y, desde un punto de vista más estratégico, de su capacidad para conducir la iniciativa durante el partido.

«Aprender a jugar equivale a acumular experiencias en las situaciones fundamentales del juego». Dietrich (1978).

  • Un resumen en pocas palabras

Según mi punto de vista un buen jugador para el ataque posicional debe tener tres características:

Ø  Ser peligroso por sí mismo.

  • La calidad del chut y la conquista de circunstancias para chutar.
  • 1×1 en el juego posicional.

 

Ø  Hacer, con su juego, peligrosos a los compañeros.

  • Formar jugadores para el ataque posicional – La importancia de la técnica. 
  • Formar jugadores para el ataque posicional – La fijación y el pase.

 

Ø  • Aprovechar las ventajas que los compañeros crean para él.

(Para ser peligroso por sí mismo es fundamental que tenga una gran capacidad de CHUT pero también que sea bueno conquistando situaciones para chutar. Con la utilización inteligente de las fijaciones y los pases puede crear muchas ventajas para los compañeros)

Recordar que el jugador no debe actuar como si fuese el centro del mundo, debe ser peligroso y hacer peligrosos a los demás, pero también hay una parte del juego donde debe adaptarse y ser capaz de sacar provecho de las ventajas que sus compañeros crean en su favor.

  • Aprovechar el peligro que los demás crean

Tal como he descrito las cosas, parece que todo empieza y acaba con las intenciones de uno mismo. Pero no es así, no se parte de cero, cuando un jugador interviene actúa en un escenario donde hay más protagonistas que también tienen sus intenciones y actúan condicionando el juego.

  1. Actuar de forma “ecológica”. Es muy común actuar casi exclusivamente en base a las propias intenciones sin tener casi en cuenta que los que nos rodean condicionan al juego al menos tanto como uno mismo. Mi opinión es que la mejor forma de afrontar un partido es de forma “ecológica”, es decir, adaptándose al medio en donde uno se mueve, sacando partido de la actividad de los demás. Desarrollar esta capacidad de adaptación debe ser otro de los objetivos de formación de los jugadores para el ataque posicional. En el juego hay muchas cosas que nos benefician y hay que saber aprovecharlas y, de igual forma, hay que saber evitar las cosas que nos perjudican.
  2. “La puerta se abre poco tiempo”.Paso a enumerar algunas de las cosas que los compañeros pueden hacer para beneficiar a uno y que ya describí en el apartado anterior:
  • Ampliación de espacio de maniobra útil
  • Desmarque indirecto a través de una fijación impar
  • Desmarque directo para facilitar un pase de gol
  • Liberación del oponente directo a través de un cruce
  • Liberación del oponente a través de un bloqueo
  • Creación de un espacio de pase mediante un bloqueo en 1ª línea defensiva

Y algunas más que se nos podrían ocurrir. La reflexión que hago es que, aparte de enseñar a hacerlas, hay que enseñar a aprovecharlas.

Cuántos partidos vemos donde las oportunidades aparecen y nadie es capaz de aprovecharlas. Pero es que no es tan fácil. El problema reside en que el beneficio de estas acciones dura muy poco tiempo y, o se actúa en el tiempo útil, o la oportunidad desaparece. Y es muy difícil intervenir en el tiempo útil si tengo en el repertorio muchas posibilidades y no sé cuál es la que se va a dar. Es como si estuviésemos encerrados en una habitación con siete u ocho puertas y quisiéramos escapar. La puerta solo se abre un par de segundos, como mucho, y a veces solo unas décimas. Si no sabemos cuál es la puerta que se abrirá, o al menos tenemos algún dato sobre las probabilidades de que se abra una u otra, es muy posible que fracasemos en el intento de escapar.

Plantear el juego de ataque de una forma abstracta, con conceptos generales que los jugadores conocen, pero con todas las “puertas cerradas” sin tener la más mínima idea de cuál será la opción que aparecerá y esperar que el jugador se adapte de buenas a primeras y sea capaz de apreciar y aprovechar en un instante cuando un compañero le amplía un espacio o le hace un bloqueo largo, es pecar de optimista. Creo que el camino es más bien el contrario, hay que partir de situaciones muy concretas y poco a poco ir generalizando. Solo así los jugadores pueden llegar a ir dominando la situación global.

Mi opinión es que la mejor forma de afrontar un partido es de forma “ecológica”, es decir, adaptándose al medio en donde uno se mueve, sacando partido de la actividad de los demás.

  • Conclusiones

Aprovechar las ocasiones que tus compañeros crean se ha mejorado mucho en los últimos años. Aun se tiene más confianza en las propias fuerzas que en lo que pueda deparar el apoyo de los demás, y eso se observa sobre todo en los momentos decisivos, donde aún los jugadores, en caso de duda, suelen optar por buscar soluciones apelando a sus propias fuerzas, sin apoyarse en los compañeros. Sin embargo, vemos muchas fases del juego donde sistemáticamente aprovechan el trabajo de los de al lado. Nos queda una última pregunta: ¿Son, en general, los jugadores españoles buenos haciendo peligrosos a los compañeros? Siempre hay excepciones, pero mi opinión es que este es el campo donde más debemos mejorar. Es verdad que hay muchas cosas de las que he descrito aquí que se hacen, es más, he visto evoluciones sorprendentes. Sin embargo, debemos reconocer que, en general, los jugadores de máximo nivel de nuestro país juegan mucho más centrados en sus opciones personales que en las de sus compañeros.

No es que piense que un jugador deba ser eternamente generoso y anteponer las opciones de los demás a las suyas propias, es más, el jugador que solo trabaja para los demás, sin crear peligro por sí mismo, me parece incluso peor.

No me gustaría ser mal interpretado, porque también corremos el peligro de perder lo que tenemos y no compensarlo con los avances que consigamos por otro lado. No propugno una revolución, solo creo que lo que se hace puede ser mejorado si le vamos añadiendo otros ingredientes y además somos capaces de no perder ni un ápice de nuestro poder individual.

Como siempre creo que la virtud está en alcanzar el equilibrio: Ser peligroso pero también hacer peligrosos a los demás, la clave está en JUGAR Y HACER JUGAR.

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