El juego del fútbol sala consta de acciones e interacciones que se desarrollan tanto en ataque como en defensa.
Una de las características de la actividad del equipo, durante la competición deberá ser la eficacia. Mejorar la eficacia del equipo se puede conseguir mediante la racionalización y optimización de las acciones colectivas e individuales. Pero esto no es posible sin que antes se realice un conocimiento real de las estructuras del juego. El estudio del juego en su profundidad ofrece la posibilidad de establecer unas estructuras más racionales y optimizadas. Se pueden elaborar modelos de juego, mediante la organización del equipo.
Gracias a la organización, coordinación y racionalización de las acciones individuales y su interacción, el equipo puede ser considerado como un microsistema social, realizado con jugadores de especialización completa y dinámica, con una funcionalidad general y otra especial.
- El equipo es un sistema, donde la actuación de los jugadores está integrada dentro de una misma estructura, bajo un mismo modelo, conforme a unos principios y reglas.
Esto presupone el modelar la interacción de los jugadores, que conduce a la integración dentro de un sistema de estas acciones. En consecuencia el juego de ensamblaje está determinado por.
- Factores cualitativos.
- Nivel de preparación.
- Otras particularidades de los jugadores.
Durante este tiempo sin embargo, los jugadores (con calidad técnico-táctica, motriz, etc.) son sometidos a una profunda acción de integración a lo que representa en el equipo, como sistema funcional. En muchos casos, este sistema funcional, auto modelado y realizado.
La calidad del sistema funcional determina el juego del Fútbol-sala.
- El equipo tiene una funcionalidad,en relación con la consecución del fin perseguido y el reparto de tareas a cada jugador y la coordinación de estas con los otros compañeros (organización). La funcionalidad se realizará mediante cierta programación de las acciones individuales y colectivas de los jugadores, conforme a un modelo táctico.
Por lo tanto, la táctica de equipo radica dentro de la interacción dinámica de los jugadores, desarrollada y coordinada bajo unos mismos principios y reglas.
El modelo para la funcionalidad general lo constituye el sistema y la concepción táctica de base del equipo. Ello se realizará bajo el entrenamiento sistemático y representará un módulo diferenciado, en función de las particularidades de los jugadores en el que el equipo aplica un programa de acción que reproduce el modelo general del juego.
Esto es lo que se denomina táctica de base del equipo, que consta de sistema de ataque y de defensa y dentro de este contexto, de fases de ataque y de defensa, para realizar las fases respectivas los jugadores emprenderán acciones colectivas y dentro de éstas, acciones individuales (estas últimas constan de una serie de estructuras técnicas realizadas bajo la base de unas capacidades psicomotrices).
La estructura táctica representa un todo organizado, que presupone también una organización de las acciones individuales, acopladas y coordinadas entre sí.
Para asegurar la funcionalidad táctica de base del equipo, los jugadores son distribuidos por puestos.
Es necesario que los jugadores especializados por puestos aseguren la funcionalidad general y especial del equipo.
Para el ataque:
- Un portero para el contraataque directo.
- Un punta de contraataque.
- Un especialista en pase largo en contraataque.
- Un coordinador del ataque (conductor del juego).
- Un pívot.
- Un especialista en conectar con el pívot.
- Un rematador a distancia y distancia corta.
- Un desbordador (especialista en el regate y acciones individuales).
- Una dualidad (pareja de atacantes especialistas en combinaciones tácticas, coordinando la finalización).
- Un especialista en chuts directos con y sin oposición
Para la defensa:
- Un especialista que asegure el equilibrio defensivo.
- Un especialista en parar el contraataque.
- Un especialista en el marcaje del pívot.
- Un especialista en el marcaje de jugadores con habilidad en el regate y penetración.
- Un especialista en el juego de intercepción (anticipación)
- Un especialista en la conducción de la defensa.
- Un especialista en doblar a los defensores.
- Un portero
Para asegurar la funcionalidad, bajo el aspecto psicosociológico, el equipo debe tener:
- Un jugador con autoridad sobre los compañeros (árbitro, público, etc.)
- Un jugador siempre acertado.
- Un jugador con experiencia y calidad correspondiente para movilizar a los demás compañeros.
- Un jugador temperamental, que sepa asumir el riesgo de forma racional en situaciones graves.
- Un jugador con espíritu de sacrificio.
- Un jugador reconocido y temido por los adversarios por su calidad como defensa.
Como el número de funciones dentro del equipo supera al de jugadores, la solución es acumular cualidades y tareas. Como mínimo se acumulará una función de ataque con una de defensa.
Es muy importante que durante la competición los jugadores muestren las cualidades enumeradas. Y necesario que los jugadores a estos supuestos teórico-prácticos, unan un continuo proceso de optimización, de cuyo resultado se constituirán nuevas soluciones dentro de la estructura de actuación individual.
- Desde el punto de vista cualitativo,el equipo, establecida su organización racional, presenta una valoración superior por la suma de los valores individuales de cada jugador.
La eficacia y la funcionalidad deben tener un carácter prioritario en la construcción de la formación del grupo deportivo. Lo que se pretende es la capacidad de rendimiento, pudiéndola consolidar a través de:
- La forma deportiva.
- El perfil morfo-funcional.
- La personalidad de los jugadores orientada hacia la máxima eficacia en la cancha de juego.
- La relación e interrelación entre los jugadores.
- Aspectos psico-sociales, etc.