Podemos observar en los enfrentamientos entre equipos del más alto nivel el uso de un repertorio táctico muy amplio, usado o no en función de los avatares del juego.
Normalmente el equipo que escoge de su repertorio la solución más adecuada, adaptándola al momento de juego (medio) suele ser el que consigue más éxito. (Unido por supuesto a la calidad de los jugadores).
Los equipos de alto nivel usan de manera alternativa el juego libre, dirigido y prefabricado, variando el modo, momento y lugar de ejecución, intentando mantener la incertidumbre defensiva. Solo que suelen escoger de su amplio repertorio las soluciones más adecuadas. Eso significa de alto nivel.
Es cierto que la mayoría de los equipos de alto nivel usan el denominado juego dirigido en muchas de sus opciones de ataque, presuponiendo (con buen criterio) que guiando la acción del colectivo se obtiene mayor rendimiento que con la suma de las acciones de los jugadores, más o menos coordinadas. Se observan entre otras las siguientes situaciones:
* Alternancia entre juego libre, dirigido o prefabricado en diferentes circunstancias del juego, sin renunciar a ninguna de las formas.
* Antes se falseaban intenciones en un lado del campo, para acabar en otro. Al aumentar la intencionalidad, en multitud de ocasiones se crea peligro desde el principio.
* Las decisiones sobre la forma de juego, no recaen siempre sobre el cierre, pudiendo iniciar o decidir otros jugadores.
* El uso de las combinaciones tácticas viene dado por: remakes o vuelta al uso de combinaciones de moda en otros tiempos y que parecían perdidas; variaciones o diferentes soluciones sacadas de combinaciones de otros equipos; innovaciones cuyo éxito o generalización viene de la observación o puesta en práctica de acciones durante los partidos y que pueden ser ideadas tanto por técnicos o jugadores.
– Las combinaciones cerradas suelen darse con más frecuencia, además de en situaciones especiales como la desigualdad numérica o faltas, al principio de los partidos y en el primer tiempo más que al final, y más al inicio de los campeonatos que en las fases finales.
* En las finales suelen darse más como juego dirigido fórmulas de inicio sin un final preestablecido, como indicador de juego al equipo, situación de continuidad momentánea en situaciones de juego complicadas, o como estilo o seña de identidad colectiva.
* Suelen obtener más éxito las situaciones donde intervienen pocos jugadores; es más difícil ver procedimientos tácticos donde participen todos los jugadores en ataque. A ello colabora la dificultad que tiene el poner de acuerdo a más jugadores, la posibilidad de certidumbre por parte de la defensa, y también favorece la continuidad del juego y su intencionalidad.
* Es también frecuente observar como lo que se inicia como combinación colectiva viene a resolverse, debido a que la defensa “aprende”, mediante un juego de acuerdos particulares entre dos o tres jugadores. Aunque usan medios tácticos, no es difícil reconocer que han sido establecidos previamente, aunque no se trata de juego prefabricado porque guardan su uso para momentos presuntamente oportunos.
- La estructuracióndel juego de ataque
El problema de estructurar el juego de ataque se convierte en una intervención multilateral por parte del entrenador, ya que esta organización ofensiva va a afectar a un considerable número de contenidos del juego.
También convenimos en que no es óbice para interpretar que cualquier equipo de Alto Nivel debe poseer en su repertorio táctico:
– Criterios generales para el juego en ataque. Vendrán a coincidir con el estilo o personalidad del entrenador y jugadores.
– Varias combinaciones tácticas abiertas o flexibles con situaciones de inicio, que sirvan para diferentes sistemas defensivos.
- los equipos de alto nivelusan el denominado juego dirigido en muchas de sus opciones de ataque, presuponiendo (con buen criterio) que guiando la acción del colectivo se obtiene mayor rendimiento que con la suma de las acciones de los jugadores, más o menos coordinadas.
– Varias combinaciones específicas para cada tipo de defensa.
– Opciones ante defensa en inferioridad contemplando al menos: Una o varias opciones cerradas con diferentes soluciones, y una solución “rápida” ante la inminencia de la vuelta a la igualdad.
– Asimismo, una o varias opciones cerradas en la opción de ataque en inferioridad, dependiendo de la existencia de presión a uno o varios jugadores y dónde se produce la presión; una combinación de final abierto (mediante circulaciones o permutas) de final abierto que facilite la continuidad.
– Estrategias para acciones de balón parado según el lugar de ejecución.
– Juego dirigido de contraataque con varias formas de despliegue y jugadores encargados de la transición, misiones específicas y uno o dos finales (3ª oleada).
Detalles que a nuestro juicio pueden influir de forma significativa en la mejora por parte de los jugadores de los sistemas de juego:
A nivel psicológico:
- Explicar a los jugadores cuál será el planteamiento general y en qué está basado según los componentes del equipo. (Favorece la cohesión de los jugadores).
- Indicaciones para creer y esforzarse por el trabajo táctico.
- Información individual y colectiva mediante vídeos (feedback).
- Establecer sugerencias colectivas sobre el por qué de algunas soluciones tácticas de éxito. No intelectualizar el entrenamiento parando continuamente para explicaciones teóricas.
- Aceptar las soluciones tácticas propuestas por los jugadores si no rompen los principios generales del juego.
- Establecer objetivos individuales o colectivos a corto o medio plazo, comprobando el por qué de su in/cumplimiento.
- Hacer ver a los jugadores de menos minutos de juego la importancia de su aportación al colectivo
- Uso de técnicas operantes de modificación de conducta: Refuerzos, modelado, compromiso de conductas (retos por objetivos)…
A nivel técnico-táctico:
– Incluir sesiones del entrenamiento para este tipo de trabajo, teniendo en cuenta el tipo de microciclo, y sin descuidar además el trabajo táctico individual.
– Ejercicios de diferente complejidad a nivel perceptivo.
– Introducir ejercicios de tipo: Inicio abierto/ final cerrado y viceversa.
– Introducir contenidos técnico-tácticos en los ejercicios y juegos del calentamiento.
– Integrar también dichos contenidos en la programación de la preparación física.
– Para el juego prefabricado:
- Diferentes puntos de partida y diferentes jugadores encargados de la decisión/ejecución.
– Los ejercicios de chuts (ej: de calentamiento, de p. específicos, hacerlos con lógica de juego (intencionalidad táctica):
- Tras cruce; final de contraataque; limitando el tipo de chuts, nº de pases previos
– Para el juego dirigido:
- Introducir tareas guiadas, o dar indicios de posible éxito
- Alejarse del balón
- Cambios de dirección antes/al/después de recibir.
- Saltarme un puesto en las circulaciones
- Cambiar el sentido de la circulación.
- Estar dispuesto siempre a servir de apoyo al poseedor del balón.
- Aumento del repertorio de pases y chuts.
- Circulaciones/desdobles desde cualquier p. específico.
- Jugar sin balón. Estudiar nuevas opciones. Hacer algo útil tras el pase.
- Juego por dentro del área.
- Responder con peligro al inicio táctico de un compañero.
- Favorecer las sociedades (posibles innovaciones o coordinaciones tácticas entre pocos jugadores, siempre y cuando no rompan la disciplina táctica).
- Limitar el uso del 1×1 si rompe las circulaciones.
– Para el juego libre:
- Condicionar tiempo, tipo o lugar de chut.
- Evitar chuts no tácticos:
- Llegar y tirar.
- Usar al menos un medio básico táctico antes de chutar: paralela, pase y va…