A veces en mi carrera como jugador tuve que actuar como último hombre o Cierre, término más actual. Siempre pensé en la mejor manera de marcar y adelantarme al pívot y recuperar el balón, hacerle sentir miedo con mi atrevimiento ofensivo a robar el balón y proyectarme de inmediato en el contragolpe.
Cuando mi equipo presionaba fuerte contra su área de portería, trataba de estar a un metro y medio por delante del pívot. Mi portero me orientaba sobre donde estaba el pívot contrario. (Derecha me decía, o izquierda). La orientación de nuestro arquero realmente me ayudaba a neutralizar el pivote contrario para que luego pudiera hacer una buena anticipación.
También trataba de conocer bien los alas de los equipos contrarios. Conocer sus virtudes y si tenían la capacidad de hacer buenos pases al pivote y qué pierna preferían. Si era la pierna derecha, la izquierda o ambas. Cuando pasaban con ambas piernas me obligaban a estar más atento y cuidado con los pasadores contrarios.
Es fundamental que en el momento en que anticipamos un pase de un adversario al pívot nos anticipemos con la pierna adecuada y más conveniente para el momento. Pierna izquierda del lado izquierdo. Pierna derecha del lado derecho.
A los pivotes de referencia no les gustan los cierres anticipadores, ágiles y veloces. Él pívot, desea someter al defensor a su espalda donde ellos, los pívot, se sienten más cómodos.
El buen cierre anticipador tiene el don de saber mantener al pívot alejado de su propia portería y del área de seis metros de su equipo.
El momento que requiere más cuidado en la anticipación es cuando los dos alas y el cierre del equipo contrario superan la mitad de la cancha con el balón dominado. La distancia del hombre del balón, en este caso, respecto a su pívot es mucho menor que cuando nuestro equipo presiona. En consecuencia, tenemos menos tiempo para anticiparnos. No podemos perder el “timming” cuando nos anticipamos. Corremos el riesgo de no llegar a tiempo para interceptar el pase del oponente.
En caso de que no haya posibilidad de anticipar, no debemos acercarnos demasiado ni apoyarnos en el cuerpo del pívot. El pívot se apoyará en ti para girar. Mantenga una distancia de un metro y cuando se gire hacia un lado u otro, coloque el pie firmemente.
Hasta hace 20 años, los campeonatos oficiales de Brasil se realizaban en canchas mucho más pequeñas que en la actualidad. Muchas de ellas del tamaño de una cancha de Baloncesto, es decir, 14 por 24 metros. La proximidad de las alas y el cierre con su pívot era infinitamente mucho más corta que hoy. Hoy en día, la cancha de 20 por 40 metros es la más utilizada en Brasil sólo para torneos oficiales de adultos.
Anticipar era más complicado para el cierre porque la distancia entre las alas y el pivote era 16 metros menos que hoy. De los 24 metros de antes a los 40 metros de ahora, el cierre gana un segundo extra para anticiparse sobre el pívot En estas canchas pequeñas hacía más peligrosa y complicada la anticipación cuando un adversario realizaba un pase al pívot
ATENCIÓN. PARA LAS CATEGORÍAS BÁSICAS, NO SE DEBEN UTILIZAR TAMAÑOS GRANDES. LOS ATLETAS PIERDEN CALIDAD.
Creo que las pocas veces que actué como cierre realice buenas ANTICIPACIONES. Era delgado y rápido y tenía algunos trucos que se pueden usar perfectamente hoy.
1: Marcar metro y medio por delante del oponente SIEMPRE CUANDO SEA POSIBLE. Conocía al portero, las alas y al cierre contrario cuando miraban el pivote. Con los alas que eran grandes pasadores tenía más cuidado y respeto.
2: Cuando me posicionaba en la parte posterior del pívot, estaba a un metro y no estaba apoyado o pegado a él.
3: Bajaba mi cuerpo de tal manera que él no podía ver mis ojos y constantemente amenazaba con ANTICIPAR ya sea en el lado derecho o izquierdo. El pívot al mirar atrás para evitar la ANTICIPACIÓN no podía mirar el balón y a sus compañeros sino a mí. De esa manera lo controlaba mejor.
4: Amenazando con anticiparme desde la derecha o la izquierda, conseguía distraer al pívot para ANTICIPAR en el mejor momento. Generalmente anticipaba cuándo la pelota estaba en camino hacia un ala oponente. Si el ala adversario fuese rápidamente presionado de tal manera que este oponente no pudiera hacer un lanzamiento largo con más calidad, entonces en ese instante se anticipa con más seguridad.
5: Cuando el cierre está posicionado por delante del pívot y el ala oponente no ve a su compañero será casi imposible que le pueda pasar el balón a la espalda del cierre.
ATENCIÓN, PORQUE HAY JUGADORES TAN HABILES QUE PUEDEN ELUDIR Y DRIBLAR LO IMPOSIBLE. CON ESOS VIRTUOSOS MÁS CUIDADO AL ANTICIPAR A MI QUERIDO AMIGO CIERRE.
La continuación después de una anticipación donde se recupera el balón debe ser rápida tanto por el hombre que hizo la anticipación y lleva el balón como por sus otros tres compañeros. En la mayoría de los casos de anticipación esto finaliza en un contraataque con clara superioridad numérica.
Entrenador, cuando estés entrenando el ataque posicional, no detengas el contraataque si hay un robo. No interrumpas y deja seguir el juego. De la libertad al contraataque hasta que el balón sale por los costados.
El trabajo defensivo debe ir acompañado del contraataque, ya que esta situación nos proporciona a menudo en los partidos los tres puntos. Contraatacar con calidad es extremadamente letal para el oponente.
Siempre digo que el CIERRE solo es CIERRE cuando el oponente tiene la pelota.
El CIERRE cuando su equipo ataca o contraataca, cuanto más rápido y más hábil sea, más alternativas ofensivas le dará a su equipo.
He aquí un ejemplo práctico. El cierre inteligente se mueve mucho sin balón. Supongamos en un pase desde el ala derecha directamente hacia el ala izquierda. El cierre sin tocar la pelota puede entrar en una diagonal larga o corta o incluso en una falsa diagonal, lo que significa correr en diagonal, pararse y retroceder uno o dos metros para ser una opción de pase.
No hay equipo con gran movilidad sin un toque inteligente y que abra espacios para sus compañeros.
Defiende bien y ataca bien. Capacitemos a niños y adolescentes para ambas funciones.
Antonio José Azevedo “ZEGO”
