1×1 en el juego posicional

1×1 en el juego posicional

“La acción de un atacante con balón o sin él contra un defensor (enfrentamiento de uno contra uno), es un elemento constante de cualquier concepto de juego ofensivo”

A veces, los entrenadores, cuando pensamos en el ataque posicional, nos obsesionamos tanto con las estrategias, sistemas, procedimientos o medios tácticos que se nos olvida que nuestra misión es doble: además de coordinar a os jugadores para atacar según defienda el rival y nos dé ventaja, nuestro trabajo consiste en formar jugadores eficaces, que por sí mismos supongan un peligro para la defensa contraria, que tengan capacidad para hacer gol en cuanto se presenta la más mínima oportunidad o dominen el 1×1. Somos Generales, pero también fabricantes de armas. Tal vez esta última faceta no es la que más hemos desarrollado en España y sí la táctica, la que nos ha ayudado a obtener buenos resultados en las grandes competiciones durante los últimos años.

  • Características del jugador inteligente:
  1. Ser un jugador peligroso por sí mismo
  2. Hacer, con su juego, peligrosos a los compañeros
  3. Aprovechar el peligro que los demás crean para él

 

“Formar jugadores peligrosos por sí mismos”

  1. A) La capacidad de penetración en posesión del balón
  • Finta
  • Regate (1×1)
  1. B) La capacidad de conquistar espacios antes de recibir el balón
  • La capacidad de desmarque
  • La capacidad de anticipación
  1. C) La conquista de la distancia del chut
  • Una distancia suficientemente profunda para ser eficaz, pero suficientemente alejada del defensor para no ser blocado
  • 1×1, el regate

Es la acción técnica que nos permite avanzar con el balón, conservándolo y desbordando al oponente directo sin que intervenga en el juego -considerándose éste un arma tanto en el ataque como en la defensa-.

El jugador debe practicar el regate con cualquiera de los pies, hasta dominar perfectamente esta forma de desplazamiento con el balón. Sin embargo, no debe olvidarse que su empleo excesivo puede perjudicar el trabajo de conjunto y que el pase imprime mayor velocidad que el regate a los ataques.

Son válidas también las acciones realizadas conscientemente por el jugador estando en posesión del balón para dirigir los movimientos del defensor en una dirección falsa, desviando la atención de su conducta del juego previsto y neutralizando la acometividad y oposición del defensor.

“En realidad, la elaboración de cualquier esquema, procedimiento o medio táctico, termina por convertirse en un enfrentamiento de uno contra uno”

La capacidad de 1×1 en el juego posicional con el balón controlado, se argumenta normalmente cuando hay dos opciones:

  1. Aprovechar algún hueco que se produjo
  2. Tener una buena capacidad de regate

Y son capacidades distintas que debemos desarrollar en los jugadores de forma metódica. Sobre el aprovechamiento de los huecos que aparecen sin que uno mismo los provoque, está más relacionado con la capacidad de coordinarse con los compañeros que con el poder individual –timing–. Sin embargo hay que resaltar que un jugador que no es bueno regateando ve muy disminuida su peligrosidad, por muy buen chut tenga, ya que los defensores se pueden concentrar en contrarrestar su capacidad de chut sin prestar mucha atención a otras posibilidades ofensivas del atacante. También es previsible, y por lo tanto más fácil de controlar, el que solo busca el 1×1 y no tiene ninguna eficacia a la hora de chutar con oposición.

“La doble amenaza, 1×1 – chutar a distancia, es lo que hace realmente peligroso a un jugador en ataque”

  • Objetivo del 1×1 en el juego posicional:
  1. Dirigir los movimientos del defensor en dirección falsa
  2. Desequilibrar al oponente
  3. Desviar la atención de la conducta del adversario
  4. Neutralizar la acometividad y oposición del contrario
  • Medios:
  1. Desplazamientos: la acción de trasladarse de un lugar a otro por el terreno de juego
  2. Trayectoria: los recorridos rectilineos o curvilineos que emplea el jugador en sus desplazamientos
  3. Cambios de dirección: La acción de variar, mudar o modificar la trayectoria de un desplazamiento
  4. Cambios de ritmo: La acción de aumentar o disminuir la velocidad durante el desplazamiento.
  • Consideraciones preliminares:
  1. Para realizar el gesto de finta, el jugador que ejerce la acción debe estar en posesión de balón y próximo al defensor oponente de turno.
  2. La importancia del dominio de este gesto esta fundamentada en la necesidad de utilización para el desarrollo de algunas acciones tácticas tanto a nivel individual como colectivo.
  • Consideraciones esenciales:
  1. El dominio del cambio de ritmo y de dirección será ápice en la ejecución de la finta
  2. La velocidad de reacción y la actuación en la mínima medida de tiempo serán realidades perentorias para la eficacia del gesto
  3. Ante reacciones positivas del defensor se debe cambiar el recorrido previsto
  4. El momento y el tipo de finta a emplear estará determinado por las posibilidades de juego observadas.
  5. Todo jugador debe dominar la finta hacia el lado fuerte y débil al margen de su condición de diestro o zurdo.
  6. El ejecutor debe tener intencionalidad psicológica de ataque decisivo en su primera trayectoria para conseguir el convencimiento rígido de su oponente.
  7. Las secuencias reiteradas de este gesto implicaran resultados ineficaces.
  • Clases de regate:
  1. Habilidad o engaño
  2. Seguridad
  3. Velocidad
  • Clases de regate en función de la acción previa:
  1. Simple. Se desborda al oponente sin ninguna acción previa
  2. Compuesto. Se hace uso de una finta para posteriormente superar al oponente
  • Cualidades de un buen regateador:
  1. Imaginación
  2. Decisión
  3. Equilibrio y coordinación -dominio del cuerpo, base de sustentación, centro de gravedad, etc.-
  4. Velocidad de reacción
  5. Dominio del balón con oposición
  6. Habilidad y destreza
  7. Buen cambio de ritmo en la progresión
  • Ventajas que nos permite el regate:
  1. Realizar temporizaciones permitiendo desmarques y penetraciones de los compañeros
  2. Desbordad al adversario y dejarle fuera de la acción de juego
  3. Romper o quebrar la defensa
  4. Mejorar la disposición para ejecutar una acción posterior
  5. Mantener la iniciativa en el juego
  6. Improvisar acciones
  7. Distraer el balón de áreas congestionadas
  8. Buscar posición favorable para el chut
  • Inconvenientes, ¿cuándo no debemos utilizar el regate?
  1. Cuando se reduzca la velocidad en el juego
  2. Cuando se asuman riesgos innecesarios en determinadas zonas de la cancha de juego
  3. Cuando nos encontremos en zonas de chut favorables a este
  4. Si un compañero se encuentra en buena disposición para el chut
  • Principios básicos del regate

– Regate justificado

  1. En el área contraria, para conseguir ángulo de chut
  2. El poseedor está aislado sin posibilidad de pase
  3. Temporizar para clarificar una acción posterior

– El 1×1 es particularmente efectivo en las siguientes situaciones de juego:

  1. Avance con el balón desde la cancha defensiva a la zona de ataque
  2. Ataque inmediato luego de la interrupción de un pase
  3. 2×2
  4. Al recuperar el dominio de un balón perdido
  5. Para mejorar las posibilidades del chut
  6. En la protección del balón ante una arremetida del defensa
  7. Para demarcación del regateador o dar tiempo al desmarque de un compañero
  8. En avances lentos
  9. Para congelar y demorar el juego cuando se está ganando
  10. En ataques rápidos cuando no es posible o seguro un pase a otro compañero que está en la ofensiva.

– Regate no justificado:

  1. Cuando el pase es posible
  2. En el área propia, rodeado de adversarios
  3. Cuando existe posición y ángulo de chut claro

Se aconseja no utilizar el 1×1 en las esquinas ni en proximidad a las líneas de saque

Como ya lo hemos mencionado, el abuso del regate por parte de un jugador puede ser perjudicial para el equipo, por eso se recomienda tener en cuenta primero la posibilidad de un pase antes que intentar un regate.

El regate debe concluir con un pase preciso, un chut o un pase a pívot.

El mal hábito de hacer controlar el balón inmediatamente después de recibir un pase impide muchas veces el desarrollo de jugadas y contraataques.

El buen regateador mantiene la debida distancia con el defensa, porque si se aproxima demasiado corre el riesgo de perder el balón.

El jugador en actitud de ataque mantiene una posición de balance tal que le permite desplazarse en cualquier dirección. Inicia el arranque desplazando el peso de su cuerpo sobre el pie que arranca, empujando con fuerza con el pie de pivote o pie de atrás.

“Todo atacante debe saber que el fútbol sala es un juego de cambios de ritmo y de buenas fintas o engaños”

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