Los éxitos deportivos conseguidos por un equipo, es decir, su clasificación dentro de la competición, depende de tres tipos de factores:
factores individuales, factores colectivos y factores del entorno.
En efecto, el equipo está compuesto por jugadores que actúan en función de su personalidad, pero deben articular sus acciones en beneficio del colectivo.
Además, la competición se desarrolla en condiciones y circunstancias particulares. Los factores individuales desempeñan evidentemente un papel muy importante. Las capacidades físicas y las motivaciones de los jugadores condicionan la actuación del equipo. Por tanto, cuando se desea mejorar el rendimiento del equipo, las observaciones y los esfuerzos tienen que centrarse en el jugador.
Encontramos entonces los determinantes del éxito individual. La morfología en el caso del fútbol sala, no influye determinantemente, aunque también en algunos casos puede constituir un factor de éxito.
Naturalmente, las capacidades físicas son factores primordiales. En todos los deportes colectivos, se han preparado numerosos test para medir el valor de un jugador. Estas pruebas se han elaborado en diferentes países avanzados en materia deportiva y disponen de baterías de pruebas organizadas. En su mayoría, tienen en cuenta tanto las capacidades generales como las habilidades especificas del deporte en cuestión. El principio de las baterías de pruebas es sencillo, aunque ningún test permite apreciar por si solo todas las habilidades requeridas para el éxito en una disciplina, pueden ayudarnos a prever el futuro nivel de un jugador. Existen también otro tipo de pruebas que comprenden solo test, para evaluar la aptitud del joven y suele ser utilizado como procedimiento de detección.
La selección de jóvenes jugadores por sistemas de detección constituye respuestas a la elevación del nivel de juego en las diferentes competiciones. Conviene por lo tanto, preparar baterías de test capaces de prever el futuro nivel de un jugador. Esto plantea diversos problemas. En primer lugar, hay que tener en cuenta con prioridad los factores más difícilmente modificables. Efectivamente, sea cual sea el tipo de entrenamiento, estos factores apenas pueden mejorarse.
Los datos biométricos desempeñan aquí un papel importante.
Otra dificultad para la elaboración de un sistema de detección eficaz reside en el hecho de que se miden las capacidades físicas de sujetos muy jóvenes. Debido a la evolución del deporte moderno, la idea es entrenar a los deportistas a una edad cada vez más precoz para disponer de un mayor número de preparación. Pero la previsión de las futuras capacidades de un sujeto en su madurez plantea también más dificultades si esta operación se realiza en una edad precoz. En efecto la estructura de las capacidades físicas parece evolucionar en el curso de la juventud.
Por tanto la preparación correcta de los jugadores y equipos de fútbol sala, parten de unas condiciones previas; estas suponen el conocimiento del perfil inicial de exigencias del Fútbol-sala, al igual que las condiciones físicas y psíquicas que el jugador debe presentar.
El término –perfil de exigencia– se refiere al nivel promedio de desarrollo de los factores de rendimiento individual para lograr cierto rendimiento en la competición.
Los factores del rendimiento individual abarcan cualidades personales (convicciones, cualidades morales y actitudes respecto a la competición), condición física (fuerza, velocidad y resistencia), técnica-coordinación (habilidades de movimiento, coordinación), tácticas (habilidades tácticas y condición física y una combinación de tácticas y técnicas, así como el conocimiento táctico). En esta definición, en un sentido más amplio también, pueden incluirse exigencias con respecto a la constitución del jugador (precondiciones).
Los perfiles de exigencias para ciertas fases y ciertos períodos del programa de entrenamiento de los jóvenes pueden elaborarse sobre la base de la experiencia y de estudios científicos, con los que el perfil real del rendimiento podrá compararse en cualquier momento. De este modo, las fuerzas y debilidades del jugador pueden revelarse y elaborarse en los planes de entrenamiento individual. Este perfil de exigencias para cada jugador en el Fútbol-sala, se orienta en las condiciones físicas y psíquicas necesarias para cumplir las mismas.
Debe advertirse que no todos los jóvenes podrán lograr un rendimiento de nivel máximo, por el mero hecho de entrenarse duramente. Particularidades de la anatomía, la fisiología y el sistema nervioso imponen ciertos límites al rendimiento. Igualmente, obvio es decir que estos límites del rendimiento determinados por la aptitud no son absolutos, porque el alcance al que pueden llegar las aptitudes en su desarrollo depende, entre otras cosas, del conocimiento existente acerca de los métodos de entrenamiento y de su aplicación. Por ello, el nivel general de todos los jugadores se eleva con el mejoramiento de los métodos de entrenamiento. Concluyendo podemos afirmar, que solo en el transcurso del entrenamiento es posible determinar si el joven es apto para el Fútbol-sala.
Cada jugador tienen ciertos límites naturales heredados que no puede superar con su rendimiento, sin embargo, existe un amplio campo que se puede superar con su rendimiento. Por ello, es muy importante conocer la cantidad de horas de entrenamiento antes de valorar a los jugadores de talento.
En el futbol sala es importante el hecho relativo de que se pueden equilibrar los puntos débiles, combinado con el sacrificio y el afán personal en el entrenamiento. Ello es válido, como mínimo en los jugadores de categorías inferiores, puesto que *cuanto más elevadas sean las exigencias de rendimiento, mayor armonía necesitará el desarrollo del talento*.