Una vez acabadas las reflexiones previas, planificaciones y medidas relativas a la preparación de la competición, el entrenador, conjuntamente con los demás colaboradores del equipo técnico, tiene tareas directivas importantes antes, durante y después del partido. Hablaremos de las tareas durante la competición. Podemos resumirlas:
- la observación y valoración del desarrollo del partido, sirviendo de base para decisiones tácticas y sobre todo para medidas correctoras;
- la organización del descanso entre las dos partes;
- la preparación mental y motivación de la segunda parte del partido.
- Observación y valoración del desarrollo del partido
Una de las tareas mas difíciles del entrenador es la observación y valoración profesional del propio equipo durante la competición. Contrariamente al análisis del juego del futuro adversario, aquí ha de observar ambos equipos a la vez. Muchos entrenadores se centran demasiado en los jugadores del propio equipo por razones de afecto.
De esta forma se pierde la posibilidad de reaccionar a tiempo frente a la forma de juego especifico del contrario. Igualmente, la valoración del rendimiento de los jugadores propios solo puede ser justa si se tienen en cuenta los contrarios correspondientes. La cantidad de factores a observar y la labor mental previa a las decisiones eventualmente necesarias presuponen que el entrenador cumpla esta tarea con plena concentración y objetividad. Por todo ello, el entrenador también ha de presenciar el partido en un estado físico e intelectual óptimo, no se debe enredar en conversaciones y ha de juzgar el partido sin implicarse emocionalmente en el. Naturalmente, esto ultimo depende del carácter del entrenador.
Guión con los puntos a observar y evaluar en un partido del propio equipo
- ¿Juega el contrario con los jugadores previstos?
- ¿Juega con el concepto de juego esperado?
- ¿Existen en los equipos jugadores no acertados debido a su forma en el día del partido?
- Los jugadores propios,¿se atienen a las instrucciones tácticas?
- ¿Es eficiente la táctica propia?
- ¿Que instrucciones se tendrán que dar durante el partido o en el descanso?
- ¿Se han de realizar modificaciones de posición, asignación o cambios en el equipo propio, como consecuencia de los puntos 3, 4 y 5? ¿Se ha de reaccionar frente a modificaciones y cambios tácticos del adversario?
- ¿Que modificaciones/cambios tácticos se han de esperar del contrario para el segundo tiempo?
- ¿Como estarán los ánimos de los jugadores en el descanso?
- ¿Que instrucciones/modificaciones/cambios harán falta para el segundo tiempo?
- Después del descanso: realizan de nuevo todas las observaciones y reflexiones según los puntos 1 a 10. Y además:
- ¿Como evoluciona el resultado del partido? ¿Hará falta un cambio en el concepto del juego para mantener la ventaja en el marcador o para ponerse a nivel en el marcador?
- ¿Necesita el equipo nuevas ideas, iniciativas, mpulsos? ¿Se puede conseguir esto con otros jugadores o un nuevo cambio de sistema?
- ¿Que informaciones se darán inmediatamente después del partido a jugadores y la prensa?
- ¿ Que consecuencias se han de plantear para las siguientes sesiones de entrenamiento y para el próximo partido?
Organización del descanso entre las dos partes
Tranquilizar y relajar
Las prisas y el estrés de la competición provocan muchas veces que el entrenador y equipo vuelvan excitados a los vestuarios. La condición básica para aplicar las demás medidas, para las que se dispone de muy poco tiempo, es la de tranquilizar y apaciguar los ánimos.
Se han de evitar como sea las prisas y los reproches (¡también por parte del entrenador!). Durante los primeros minutos, los jugadores deberían sentarse y relajarse. Cuanto mas duro fuera el esfuerzo durante la primera parte y cuanto mas desfavorable el desarrollo de la misma, mas valioso será un cierto ceremonial (¡estirar las piernas, cerrar los ojos, respiración profunda, tranquila y silencio!). Los intentos de relajación autógena pueden acelerar este proceso de apaciguamiento y relajación. Los jugadores solo pueden encontrar su tranquilidad interna si el ambiente del vestuario también es tranquilo y ordenado. Por ello se ha de reducir al mínimo el numero de personas dentro del vestuario.
- Atenciones médico-higiénicas
La atención al jugador ya comienza durante los primeros minutos de tranquilidad. Las atenciones médico-higiénicas tienen preferencia:
- atender heridas o golpes;
- masajes relajantes;
- aplicación de vendajes;
- higiene corporal y refrescante.
Todo esto se ha de llevar a cabo con tranquilidad y disciplina. Es mejor que el entrenador no se tenga que encargar de ello. Concretamente, puede conseguir informaciones y opiniones con respecto al partido hablando individualmente con los jugadores para completar su propia impresión. En algún caso puede dar ya instrucciones y motivar.
En este contexto puede empezar ya a preparar el segundo tiempo con instrucciones concisas a jugadores determinados o también a partes del equipo. Paralelamente a las demás medidas y mas o menos a mitad del descanso, se inicia la preparación mental de los jugadores que trataremos específicamente por su importancia.
- Regeneración física/psíquica
La regeneración psíquica no se puede separar de las otras medidas mencionadas. Masajes, baños refrescantes para los antebrazos, bebidas que contienen minerales e hidratos de carbono, todo esto inicia la regeneración física. Además, el jugador puede acelerar su recuperación con lo siguiente:
- colocar las piernas en alto;
- aflojar las protecciones de las espinilleras;
- automasaje relajante;
- estiramientos específicos.
Con respecto al ultimo punto se ha de mencionar sobre todo la versión moderna delstretching u otros métodos, que puede tener muchos efectos positivos si se aplica correctamente. A menudo todo esto se tiene que realizar paralelamente a las demás medidas mencionadas por la falta de tiempo.
Preparación mental y motivación para la segunda parte
A menudo, el aficionado considera que el cometido principal del entrenador en el descanso es tomar medidas para motivar al jugador; los medios de información refuerzan esta postura. Si los equipos salen de los vestuarios como cambiados después del descanso, tras una primera parte desafortunada, se responsabiliza de ello al llamado “sermón en el vestuario”. Es cierto que la critica masiva solo es eficaz en muy pocos casos. Incluso los equipos que parecen jugar sin ganas ni estimulo, a juicio del aficionado superficial, no actúan así por falta de disposición -entonces si que convendrían unas palabras duras- sino que se sienten inhibidos y tensos. En consecuencia, necesitan otra “terapia” diferente de la que la mayoría de los espectadores se imagina.
La preparación de los jugadores para la segunda mitad de juego tiene dos aspectos:
- Redefinir o bien repetir las pautas tácticas; los jugadores tienen que recibir instrucciones claras en este sentido con respecto a su cometido.
- Recuperar o bien reforzar la motivación; en este sentido los jugadores tienen que prever una probabilidad mediana de exito teniendo en cuenta el desarrollo del primer tiempo y la motivación individual, y además se les ha de recordar lo atractivo que es el éxito.
Hahn* indica en un estudio sobre la “forma de tratar un equipo deportivo durante el descanso” la importancia del “ambiente agradable” y su consecuencia para la motivación de los jugadores. Interpreta los conocimientos de la psicología publicitaria y establece una especie de relación con el tipo y el contenido de las informaciones que se han de dar durante el descanso. Según eso, “las informaciones más importantes se dan o se vuelven a repetir al final“. Así la reunión en el descanso no se debe convertir en discursos incontrolados, tratando todos los “si” y “entonces”. De una forma bien estructurada se han de dar “consultas breves, instrucciones claras, refuerzos, afirmaciones, repeticiones o reestructuraciones de los conceptos tácticos”. “Ordenes concisas y disposiciones incrementan la efectividad“.
Hahn agrupa las posibles medidas para motivar el equipo en el descanso según cuatro aspectos:
- El equipo está ganando.
- El equipo está perdiendo; concretamente:
- el equipo tiene posibilidades de ganar; o bien
- el equipo va a perder, probablemente.
De suma importancia son los conocimientos en el campo de la psicología del aprendizaje, que indican que las instrucciones centradas en los errores (“¡Por qué no has…¡”) no tienen ningún efecto positivo para el comportamiento durante la segunda parte del partido. Los jugadores necesitan instrucciones centradas en sus tareas; y si hace falta criticar, tiene que estar directamente aclopada con instrucciones y consejos. La crítica se debe dosificar muy moderadamente; se ha de aplicar más como motivación para el comportamiento posterior que como simple retrospectiva del anterior en cuanto a si era correcto o no.
