Tareas para la toma de decisión

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Tareas para la toma de decisión

En fútbol sala, llamamos toma de decisiones a la capacidad del jugador de ejecutar una acción siguiendo alguna elección consciente de táctica o estrategia.

Pero lo cierto es que la ta toma de decisiones no está determinada racionalmente, sólo está racionalmente informada. Llega de forma sesgada y llena de ideas preconcebidas, por ello no debe entenderse la toma de decisiones solo como elección entre varias alternativas, o tomar la iniciativa en algún momento del juego.

Por tanto debemos reflexionar sobre que tipo de tareas debemos tener en cuenta para formar a nuestros jugadores:

    • cuando cambiar la estrategia establecida previamente por el entrenador;
    • tomar iniciativas no establecidas previamente por el entrenador o romper la tendencia de funcionamiento;
    • insistir o no en una estrategia cuando su éxito ha sido nulo o escaso;
    • decidir entre un grupo de estímulos relevantes de gran complejidad;
    • decidir teniendo en cuenta tiempo y resultado;
    • etc.

En la etapa de perfeccionamiento del FS se va progresando en la adquisición de sistemas que marcan una tendencia de funcionamiento y que en los deportes de equipo suele sellarlas el entrenador, que es el quien dispone el plan de actuación, por ejemplo, la disposición defensiva del equipo. Si estas decisiones se entrenan antes de la competición es posible generar multiples alternativas en los entrenamientos estableciendo al final según la información existente, la configuración que se considere mejor.

JM Buceta habla de RAPIDEZ MENTAL, es decir, leer y escoger rápido en función del juego; y para ello el entrenador debe tener claro los criterios que determinan las situaciones clave de sus esquemas de juego tanto en ataque como en defensa diferenciando entre estímulos ESTABLES (aquellos que están siempre presentes en una situación clave y obligan a los jugadores contrarios a actuar) y VARIABLES (aquellos que partiendo de estímulos estables pueden ser diferentes en virtud de múltiples circunstancias, entre ellos, las acciones de los jugadores contrarios ante un estimulo estable).

Nos propone técnicas como la solución de problemas o instrumentos como las matrices de decisiones, como elementos de importancia para resolver estas medidas.

Las decisiones sobre la ejecución inmediata se toman en periodos de participación activa en la competición, y su resultado es el rendimiento.

Decisiones como: pasar el balón o conducir durante el contraataquellevar a banda o hacer falta al poseedor del balón durante el repliegue; volver a realizar 1×1 después de dos pérdidas de balón recientes; renunciar a la disuasión o incrementarla; así como decidir el tipo de ataque en función del marcador, hacen según JM Buceta que las decisiones se tomen en un tiempo muy reducido por lo que estas eventualidades han debido de ser, en lo posible, previstas y “automatizadas” durante el entrenamiento, en situaciones análogas o muy parecidas a la competición o en competiciones anteriores de las cuales se retrotrae la información.

Propone asímismo JM Buceta unas fases de este tipo de aprendizaje, con unos objetivos para cada fase, por lo que muy bien podríamos basarnos en esta clasificación para ir estableciendo ejercicios o tareas que cumplieran cada uno de los apartados y ayudara así a nuestros jugadores a automatizar las decisiones mas adecuadas dentro de la competición.

1a.- Vincular la decisión a estímulos simples. Decidir finta o chut según la posición del cuerpo del oponente; es decir, responder a estímulos simples que podrían muy bien coincidir con la fase 1. Estas fase constituyen el primer estadio de aprendizaje.

1b y c. Que aprenda a decidir entre la ejecución de dos a mas habilidades que ya domina, o una sola habilidad pero con estímulos antecedentes mas complejos. Discriminar grupos de estímulos relevantes, y de mayor complejidad. Ej.: Decidir si pasa o conduce el balón en el contraataque según el numero, proximidad, orientación del compañero y los oponentes.

2d. Aprender a reprimir o provocar decisiones que ya domina, en relación a la tendencia de funcionamiento a actuar, para tener en cuenta situaciones globales, y no solo atender a momentos presentes. Ej.: Aprender a valorar que en el ultimo ataque de un equipo que va ganando el no arriesgar y hacer ataque largo están por encima de algunas buenas oportunidades de chut. 

2e. Que aprenda a valorar entre la tendencia rígida y el grado de necesidad y conveniencia de cada situación, acostumbrándose a decidir entre varios niveles de rigidez. Ej.: En un ataque en inferioridad, el jugador tendrá que aprender a decidir si  pasa o realiza 1×1 según la tendencia mas rígida o flexible de arriesgar, en interacción con circunstancias antecedentes distintas como: estar solo ante su defensor, en situación muy favorable, o con poco espacio para progresar.

3f. Seria conveniente diferenciar algunas categorías:

    • Los resultados que deben tener mucho peso en las decisiones posteriores. Para el jugador que ha fintado con éxito el feedback debe servirle para intentar otras maneras de fintar, pero no inhibir el volver a realizar la anterior en circunstancias favorables.
    • Los resultados que por ser impactantes que sean no deben eclipsar la tendencia de funcionamiento. Si el jugador ha obtenido del portero rival una parada espectacular a su chut, no debe inhibir un nuevo intento, en circunstancias favorables cuando se encuentre en las circunstancias subjetivas propias para ello.
    • Los resultados cuya influencia especifica tiene que determinarse tras una consideración pausada. Ej.: El jugador con tres fallos repetidos en el 1×1, puede inhibirse temporalmente esta conducta para volver  a intentarlo cuando se encuentre en las circunstancias subjetivas propias para ello.

EJEMPLO – DEFENSA EN INFERIORIDAD 5×4

Hablar hoy de defensas activas y ofensivas no es ninguna novedad. La metodología de trabajo y la manera de relacionar tareas con otras actividades, incluida la planificación nos dan argumentos a las necesidades anteriormente expresadas.

En los entrenamientos establezcamos relaciones espacio temporales concretas, que entrenadas en un entorno perceptivo y decisional, nos permitan reconocerlas e interpretarlas con la mayor prontitud en la competición, haciendo jugadores que se anticipen perceptiva y decisionalmente a lo que va a ocurrir o que al menos los jugadores esté más entrenados para responder con éxito táctico a esas situaciones.

    • en gran medida un entrenamiento de fútbol Sala, debe consistir en una actividad que refleje el desarrollo del juego en sí.
    • Y SOBRE TODO, posibilidad de aprender entendiendo el juego.

Objetivo: los mismos que para cualquier otra defensa

Tareas:

Damos alternativas a la defensa de 1-2-1:

    • Cuando el balón está en zona contraria, la disuasión la realiza el penúltimo defensor si no juegan con pivot y el ultimo si esta el pivot.
    • La norma es la disuasión, no jugar solo a la interceptación.
    • El objetivo es evitar penetraciones sucesivas, por lo que si el jugador recibe parado, ya no hay razón para permanecer fuera.

También “facilitamos” la labor defensiva obligando al ataque (sin que los defensores lo sepan) a jugar:

    • Un ataque con “juego cerrado” y otro con juego libre.
    • solo se puede chutar desde fuera.
    • El inicio debe partir desde un posicionamiento diferente cada vez.

Dotamos de indicios (feed forward) para la toma de decisiones:

    • ¿Hasta donde salgo? Depende si el oponente recibe en carrera o parado y hasta donde sea peligroso en el chut exterior.
    • ¿Hay algún jugador que no domine el puesto? Ofrecerle que arriesgue en el pase o chut.
    • Según los jugadores que están en la cancha, se puede trabajar la disuasión en una sola zona.

Trabajamos asimismo otra defensa de recurso. 2-2, para llevar la iniciativa (¡aun en defensa!) y romper el juego cerrado del contrario.

No siempre entrenamos el juego colectivo de la defensa en inferioridad con tareas globales. Trabajar con tareas analíticas de 2×1, 2×2, 3×2, etc., en otros momentos del entrenamiento, aunque los objetivos del ejercicio sean de chut de zonas especificas, el calentamiento, etc.

Apuntamos los resultados, y los comparamos con los objetivos (individuales y colectivos) propuestos, estudiando el numero de intentos en partidos, zonas de eficacia/ineficacia, intentando establecer relaciones causales, consensuando con los jugadores para que lo asuman como un logro propio. Establecemos la relación costes/beneficios del empleo del sistema. Damos así cohesion, aumentamos la motivación, trabajamos la atención, etc.

Como todos los ejercicios, si los descontextualizamos pierden su objetivo para el que fueron creados, por lo que, entendamos en ellos el intento de buscar una necesidad, una reflexión por parte de los jugadores, un aprendizaje significativo y el intento de un aprendizaje mediado.

El verdadero objetivo del entrenador es conseguir que el jugador aprenda los conceptos y averigüe las soluciones sin decírselo de una forma directa, sino que los haga llegar a través de actividades, ejercicios o practicas del entrenamiento.

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