Eficacia es hacer las cosas correctas. Hacer las cosas correctas conlleva decidir las cosas correctas. Para poder decidir las cosas correctas, tenemos que saber cuáles son las opciones disponibles. Y ahí fallamos estrepitosamente.
Lo importante no es la frecuencia de nuestros aciertos, sino cuánto obtenemos cuando hemos acertado.
NASSIM NICHOLAS TALEB
Hace tiempo pensaba que los entrenadores efectivos entrenan lo que NECESITAN sus jugadores, no lo que QUIEREN ellos. Que a los grandes entrenadores no les importa que les gusten sus entrenamientos a los jugadores. Estos entrenadores con liderazgo hacen que hagan los jugadores lo que es necesario para mejorar el jugador y el equipo. Y aseguran que lo NECESARIO es raramente popular.
¿Pero, cómo hacerles pensar y desarrollar el juego si no sabemos qué tienen en la cabeza y cómo se desarrolla su pensamiento? Con mis jugadores aprendí que la idea a menudo no es hacer pensar al jugador sino saber cómo piensa. Soy de los que creen que hacer preguntas es más eficaz que dar respuestas. Cuando un jugador comete un error en un pase, le pregunto “¿Qué viste?” en lugar de decirle dónde pasar.
Aprender lo que vio el jugador, me permite corregir el error de manera más efectiva. En otras palabras, cuando ignoras que hay más que lo que ves, estás decidiendo a partir de algo que supones, en lugar de decidir a partir de algo que sabes.
El entrenador efectivo hoy, por tanto, es aquél que habla menos → “no abrumarlos con información“, tiene buenas preguntas, escucha más y hace más → sorprendiéndoles con tareas relacionadas con el descubrimiento de la lógica del juego“, guiando a sus jugadores a que conjuntamente construyan respuestas y soluciones al juego.
Parafraseando a Julio Velasco ” lo que si me propongo como entrenador es que el jugador pueda llegar a saber de “fútbol sala” tanto como se yo, ese es el objetivo y no que hagan lo que yo digo, sino que mi jugador sepa de “fútbol sala“, que pueda explicarlo, que tome iniciativas, que pueda tomar lecturas del partido, porque después en los momentos decisivos, el jugador está solo.
Como ocurre a veces en deporte colectivo: Tu entrenador te dice que hagas una cosa, el público y el palco desean otra. Haces esto último y el rival ocupa los espacios que tú debías haber ocupado en el terreno de juego.
ANTONI DAIMIEL
Lo que tengo claro, es que nuestra verdadera efectividad no está determinada por la titulación que tienes o por la cantidad de partidos que ganamos. Proviene: 1º → nivel de confianza que has construido con el equipo. Esto se hace a través de un liderazgo desinteresado. 2º → Personas que impactamos de manera positiva. No se trata de ti, siempre se trata de ellos y conseguir que crean en ti. Cuando uno es abierto, aprende, cambia y mejora.
Aprender es descubrir lo que ya sabes. Actuar es demostrar que lo sabes. Enseñar es recordarles a los demás que saben tanto como tú. Sois todos aprendices, ejecutores, maestros.
RICHARD BACH
Evidentemente ganar es importante, pero nunca perdamos de vista la razón por la que queremos ser ENTRENADOR. El estilo es la posibilidad de trabajar eficazmente, alrededor de unos determinados valores que ayudan a sentirnos orgullosos e identificados.
Un entrenador ayuda en la medida que proponga objetivos adecuados, realistas y alcanzables para los jugadores; en la medida en que presente las tareas de manera atrayente y motivadora; en la medida que sea capaz de suscitar interés; en que sepa enlazar con lo que ya sabe el jugador, diseñar entrenamientos adecuados y que sepa reconocer el esfuerzo, trabajo y dedicación; en la medida en que el entrenador sepa proporcionar ocasiones de éxito.
Creo que muchos entrenadores de primer nivel, a los cuales conozco, tenemos muchas cosas en común, porque lo más importante no es el sistema de juego. Los sistemas de juego son herramientas, como para el jugador la técnica es una herramienta para jugar. Nosotros, tenemos que hacer jugar al equipo de la mejor manera posible, después si funciona este sistema o el otro, tenemos que usar varios sistemas y usar el que realmente corresponde.
Posiblemente el 70% del trabajo del entrenador es colocar a los jugadores en las situaciones que pueden ser más efectivos, proponiendo combinaciones entre los diferentes jugadores, buscando las de mayor transcendencia.
Lo importante no son las técnicas que aprendas, sino el brillo que seas capaz de darles.
JOHN GRINDER
En una de sus últimas entrevistas Julio Velasco explica “Yo estoy bastante en contra de ideologizar los modos de trabajo, que parecen que son ideologías. Yo enseño a estar en contra de la perfección, porque cuando uno trata de encontrar la perfección va a encontrar, en el camino, siempre frustraciones, porque la perfección es inalcanzable. El deporte lo que enseña es eso, nos medimos con otros imperfectos como nosotros, que son los adversarios y se trata de ser mejores que ellos. No es suficiente hacer las cosas bien, ese es el problema del deporte y que muchos no entienden, porque nunca han hecho deportes competitivos. Uno es médico y si hace su trabajo bien, esta todo bien, uno es ingeniero y lo mismo. Ahora en el deporte no es así, uno hace las cosas bien y se encuentra con uno que hace las cosas un poquito mejor y pierde por un punto o 1-0 o tuvo mala suerte y pegó 3 tiros en los palos y el otro le hizo un gol de contraataque, perdió y punto. Entonces, en la perfección tratamos de hacer lo mejor posible, pero es muy importante establecer prioridades, tratar de desarrollar los puntos decisivos para el crecimiento. Cuando uno trata de enseñar la perfección, en general inconscientemente crea desazón, crea frustración, crea el estado de ánimo que nunca llegamos que no estamos bien y eso es realmente terrible para un equipo y creo que hay que evitarlo.”
Descubrir el límite de alguna de nuestras capacidades como entrenadores no debería ser experimentado como un fracaso: es un descubrimiento importante sobre nosotros mismos que nos ayuda a conocernos mejor. Y llegar hasta el límite es necesario para intentar ir más allá. Invertirle tiempo para apreciar lo que es poder dar respuestas comprensibles desde la riqueza, la diversidad y el cuestionamiento de lo establecido a problemas complejos.
La simplicidad es la complejidad resuelta. La simplicidad antes de comprender la complejidad es ignorancia. La simplicidad después de comprender la complejidad es genial.
ENTRENADOR: las ideas y modelo que te gustó entrenar, o la forma que tuviste éxito en el entrenamiento en el pasado puede no funcionar con tu próximo equipo. Continúa adaptándote, creciendo y aprendiendo como entrenador. Cada equipo tiene diferentes dinámicas y cada jugador es único. En la tarea de formar equipos hay que buscar jugadores con alguna virtud y no jugadores sin ningún defecto.
– “Lo básico nunca pasa de moda”. – “Lo básico siempre funciona y no es una buena decisión dejar de hacerlo“.
La gran ventaja que tenía la calle: cuidaba a los jugadores diferentes. El diferente tenía mucho prestigio en la calle. En cambio, la academia es muy buena para mejorar a los jugadores medianos, y muy mala para cuidar al diferente.
JORGE VALDANO
El pase le ganó la batalla al regate. Y ante la habilidad de regateador, no hay sistema táctico que valga. Hay momentos en que el talento tiene que pedir paso para resolver problemas. No lo puede resolver todo el entrenador durante la semana. No se puede jugar de memoria. Al fútbolsala hay que estudiarlo, pero luego expresarlo cada uno desde sus condiciones naturales. Por ese sobre análisis, por el Big Data, por los algoritmos –lo que se está apoderando de nuestro deporte –, la sensación es que el entrenador tiene cada vez más influencia en el juego, y eso le quita espontaneidad al jugador. Sin olvidar que los equipos de futsal no pueden estar formados por artistas solistas. A menú deben cantar el mismo coro.
Hay que entrenar de forma eficaz con los jugadores que tienes y no entrenar pensando en los jugadores que te gustaría tener. Sin olvidar que no es lo mismo ir a “entrenar”, que ir a “enterrar” parte del potencial existente entre nuestros jugadores.
Los entrenadores no deben ser admirados solo por sus victorias, sino por cómo combatir las excusas. Con lo que tienes y hay, se puede ganar. Esa es la idea.
JULIO VELASCO
Como expuse en mi anterior entrada del blog, como entrenador tengo la certeza que existe la incertidumbre en el juego. En pocas cosas estoy 100% seguro; lo que significa que siempre estoy buscando una mejor manera de hacer las cosas. La eficiencia es el objetivo en ambos extremos. Y ser eficiente es lograr la máxima productividad con el mínimo esfuerzo desperdiciado. Por tanto, el objetivo número 1 del entrenamiento tiene que ser:
– No perder tiempo (Actividad, descanso, hablar, reír, esforzarse… pero todo fuera de la pérdida de tiempo).
Lo habitual es observar que los entrenadores deciden desarrollar su metodología habitualmente a partir de información escasa y, a menudo, de poca calidad. Esta mala práctica es un problema serio para la mejora de la efectividad y, en concreto, para la mejora de la eficacia.
Como todo lo que conlleva pensar (toma de decisiones), el hábito de anticipar no es innato. Por eso —al igual que hay que aprender a pensar (observar y decidir) — hay que aprender a anticipar.
Los entrenadores efectivos son personas realistas. En lugar de caer en el pesimismo o en el optimismo, simplemente tienen en cuenta la realidad y las opciones existentes en esa realidad. A tener en cuenta lo que realmente puede ocurrir —en lugar de guiarnos por lo que suponemos que va a ocurrir— se le llama «anticipar». Anticipar es actuar siendo conscientes de que algo puede ocurrir para poder prepararnos —por si ocurre— antes de que ocurra.
El fútbol efectivo es cuando ˜dejas de pensar”. Así que tengo que entrenar aquello que quiera hacer para convertirlo en un hábito.
FRAN BELTRÁN
Las situaciones en las que aplicar la buena práctica de anticipar son múltiples, pero hay un caso concreto en el que siempre hay que hacerlo: al interactuar con tus jugadores. Las interacciones entre los jugadores y con el entrenador parecen contener una información más relevante para el resultado de la competición que el mero registro de acciones individuales aisladas.
El trabajo en equipo es una forma de confianza. Es lo que sucede cuando renuncias a la falsa idea de que puedes ir por tu cuenta y comprendes que no alcanzarás tus objetivos individuales sin el apoyo de tu staff y jugadores.
El juego es dialógico. Es la posibilidad que tenemos de habitar los antagónicos. Es una historia de relaciones que permiten entre todos hacer algo nuevo, distinto, diferente a lo que es cada uno por separado.
FRANCISCO SEIRUL.LO (2017)
Otro tipo de situaciones en las que conviene anticiparse de manera sistemática es en las que no tienes certeza de algo. Este tipo de situaciones son fáciles de reconocer, porque son aquellas en las que —cuando llegan las consecuencias negativas— siempre nos excusamos diciendo «creí que», «pensé que», «me pareció que» y similares.
A veces la diferencia entre un buen entrenador y un gran entrenador durante la dirección del partido en competición es aquella donde el entrenador aprende a mejorar su competencia en ANTICIPARSE en lugar de REACCIONAR.
Si quieres ser un entrenador efectivo, obsesiónate por manejar información «real» — es decir, céntrate en lo que sabes— en lugar de perderte entre «suposiciones», «creencias», «sensaciones», «imaginaciones» y demás «ilusiones».
Cuando vayas a decidir, analiza de qué información dispones y —a continuación— evalúa si esa información son cosas que sabes y entrenaste o cosas que crees/te parece/supones/imaginas, es decir, cosas que ignoras. Y, si no dispones de la información que necesitas, estúdiala y entrénala
A su vez los ENTRENAMIENTOS deben ser efectivos en la capacidad de diseñar sesiones donde existan: Desafío, Exigencia, Cambio, Movilidad, Intensidad, Movilidad, Intensidad y Objetivos definidos.
Destacar que el entrenamiento no se trata de lo inteligente que eres, cuánto sabes, qué tan bueno eres en la pizarra, qué tan bien puedes presentarlo o presentarte. Se trata de lo bueno y efectivo que eres como maestro.
El inconsciente se desarrolla gracias a la experiencia. Entrenar una amplia base de patrones motores, hace que el jugador tenga herramientas para poder interpretar el juego. Es decir, lo que está sucediendo ahora en la competición, nos evoca a lo que ya pasó en el entrenamiento.
IVÁN RIVILLA
Hacer algo bien, a tiempo y con calidad, no es talento, es eficiencia. El talento sólo tiene sentido cuando hay un margen de incertidumbre. Recordamos que MEJORAR LA EJECUCIÓN implica que durante el entrenamiento técnico debe convivir dos exigencias antagónicas: La eficacia mecánica y la ejecución adaptativa.
El sistema nervioso central no sabe nada acerca de los músculos, solo sabe acerca de movimientos.
HUGHLINGS JACKSON, 1889
El peor del equipo es el reto del entrenador...
Con respecto a la competición, los entrenadores efectivos tienen un propósito con su comunicación en los partidos. Si constantemente le dices a los jugadores qué hacer durante el juego, lesionas su capacidad de reacción. No se centran en decir tanto como sea posible. Se centran en decir lo poco que sea necesario. Competir es olvidar aquello que instantes atrás existió. No es un mapa, son trayectorias por descubrir.
En la competición, las explicaciones causales han de ser innecesarias, siendo sustituidas por la experiencia directa de la interdependencia mutua de jugadores y sucesos. Las únicas indicaciones del fútbolsala las da el juego mientras se está jugando. Y está en el jugador interpretarlas. De ahí la necesidad de trabajar y entrenar la rapidez perceptiva y toma de decisiones.
Para que el talento no desaparezca cada vez más, tengamos conciencia que no solo se trata de corregir los movimientos incorrectos y los gestos malos ejecutados, sino fortalecer las cosas buenas que los jugadores hacen todo día y evolucionar la “expresión” individual de cada uno.
RODRIGO VICENZI CASARIN
Un Entrenador que juega a “damas” con su equipo durante la competición se caracteriza por tratar a todos por igual en cuanto a capacidades, sabiendo las diferencias entre los jugadores mantiene una filosofía de ineficaz estandarización que inevitablemente conlleva una pérdida del nivel exigible y se aleja de la efectividad.
Los saboteos no nos permiten hacernos responsables de nosotros mismos y, por tanto, nos hace inefectivos. En el fútbolsala la casualidad no existe. Existe la CAUSALIDAD, causa – efecto. Cada momento de un partido es una prueba. Es una competición dentro de la competición. Y sólo puedes afrontarla una vez. Compite ese momento, el contador empieza de 0 en todas las interacciones del juego.
Lo que te hace responsable compitiendo no es lo que proyectes hacer, ni tampoco lo que haces efectivamente, sino reflexionar sobre lo que has hecho.
Si un buen jugador hace siempre lo mismo, posiblemente se convertirá en un mal jugador
Queremos un entrenador que nos haga responsables y nos coloque en una posición para ganar. Se trata de todo el equipo y de cómo todos podemos ser tan buenos como podemos ser.
LEBRON JAMES
Los jugadores TOP tienen una naturaleza competitiva feroz. Son tan competitivos que sus compañeros de equipo no tienen otra opción que subir su nivel de competitividad. Y ser competitivo no es solo ponerle ganas y correr, es tener eficacia en los momentos de máxima presión y dificultad.
Capacidades top del jugador: 1- anticiparse a lo que vaya a ocurrir 2- conducir la iniciativa durante el partido 3- reaccionar ante situaciones imprevistas.
En mi opinión, debemos valorar mucho más la intención que el acierto. Porque la intención es lo que verdaderamente nos mueve, mientas que el acierto depende, muchas veces, de una nimiedad que ni siquiera depende de nosotros. Los ganadores comparten un modelo mental que separa la información relevante de la que no lo es, que reflexiona, que anticipa, que mejora continuamente.
En el fútbol sala la casualidad no existe. Existe la CAUSALIDAD, causa – efecto. Cuando se entiende la relación causa-efecto, el jugador es capaz de aprender de sus propias acciones.
El jugador talentoso es una incógnita que escapa al control, al dibujo de la pizarra y tiene más resistencia a las aplicaciones tácticas. Una variable psicológica característica de los jugadores talentosos es el tiempo de reacción, anticipando jugadas y tomando decisiones claves. Julio García Mera expone “la amenaza constante desgasta más que la acción en sí. Paulo Roberto te atacaba siempre. No dudaba. La amenaza ininterrumpida, genera en el defensor más desgaste psicólogo que la propia calidad del atacante”.
Hay una gran diferencia entre ser rápido y jugar rápido. El conocimiento del juego y scouting es fundamental para convertirse en un gran jugador. Anticiparse y poder jugar rápido requiere tener unas pistas claras acerca de aquello que tiene mayor probabilidad de ocurrir.
Todos los entrenadores hablan de movimiento, de tener que correr mucho. Yo digo que no corran mucho. El fútbol es un juego en el que se juega con el cerebro. Tienes que estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, ni antes ni después.
JOHANN CRUYFF
La clave del juego rápido reside en el poder de la anticipación. Otras, la mayoría nace de factores ocasionales y condiciones inesperadas. Anticiparse es ver lo que pasa antes que nadie y actuar en consecuencia es una manera de ser más rápido sin ser más veloz.
Otro elemento del juego anticipativo es el ritmo de juego que se manifiesta cuando se mantienen y con una gran relevancia en ataque y en defensa.
Ritmo de juego: elemento temporal interpretado por los jugadores de un mismo equipo (coordinación motriz del equipo o sincronía del juego). Los grandes jugadores juegan con diferentes velocidades. Son intensos pero mantienen el control si hace falta. Saben que no sólo hay un RITMO de juego.
Los buenos equipos te ganan por velocidad. Los grandes equipos te ganan por los espacios y el ritmo de juego.
Actualmente existe diferentes Tipos de Ritmo de juego → Ritmo 1: tras robo de balón o fallo del ataque Ritmo 2: situaciones de rechaces, ventajas numéricas,.. Ritmo 3: generar ventajas pronto-juego interior o Pivote Ritmo 4: estructura en transición Ritmo 5: juego posicional 6-…