La selección de jóvenes jugadores (II)

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La selección de jóvenes jugadores (II)

El talento se define en la enciclopedia científico-deportiva:

«El talento es una aptitud que se proyecta en una determinada dirección superior a la media y aún no totalmente desarrollada» y después: «En los niños, el talento motriz general se muestra con movimientos más ligeros, más seguros y mejor coordinados que lo que se puede esperar para esta edad… en el entrenamiento se muestra el talento en una mejor capacidad de aprendizaje y una mayor eficacia motriz».

Debemos destacar dos importantes afirmaciones que la definición nombra:

  1. Cuando se cita «una aptitudsuperior a la media», es una valoración subjetiva para diferentes observadores, es decir, un jugador considerado como un talento en un club, no lo será necesariamente en la opinión del seleccionador de su propia comunidad. Igualmente, esta situación puede darse desde el punto de vista de un entrenador de juveniles, por un lado, y de un entrenador de seniors por otro. Un talento superior a la media del equipo juvenil puede ser inferior a la media del nivel regional o del primer equipo de seniors.
  2. Considerar que el talento«fuera una aptitud aún no totalmente desarrollada» nos indica, que cada jugador de talento tendrá todavía más o menos debilidades causadas por el desarrollo. Por ello se necesita tolerancia, el fomento y el cuidado por parte de entrenadores, preparadores físicos, junto directiva/presidencia.

Muchos jugadores se pasaron más o menos tiempo en el banquillo y no fueron jugadores completos desde el principio. Destacar por tanto, que todos los jugadores desconocidos de clubes amateurs y de equipos de alta competición se encuentran de igual manera, en la misma situación.

Son la falta de personal, el valor de determinados entrenadores o el proceso evolutivo natural de maduración las causas que provocan el salto al primer equipo.

  1. a) Selección/características generalesdel jugador de fútbol-sala.

Las características generales de la persona influyen mucho en la capacidad y la disposición de rendimientos y con ello la personalidad del jugador.

En primer lugar habrá de citar, edad, nivel evolutivo, altura y peso, pero también la estatura. (KRETSEHMER hay que diferenciar):

  • estatura atlética (fuerte)
  • estatura leptosomica (débil)
  • estatura pícnica (rechoncho)

Las características antropométricas que normalmente no se pueden cambiar y que, por ello, pertenecen exclusivamente a las condiciones invariables, sirven en determinadas ocasiones para seleccionar (p.e. el peso). Los demás elementos del perfil se pueden desarrollar o regular con mayor o menor exactitud.

Los requisitos antropométricos se pueden considerar características no entrenables y sirven solo a nivel de selección. En cambio, actualmente la estatura y la motricidad general relacionada con ella puede dirigir el comportamiento deportivo.

En el fútbol sala, el tipo somático o modelo morfológico no está claramente definido, por tanto es habitual ver jugadores de todo tipo y con formas mixtas; no obstante con la actual tendencia de cambiar posiciones y tareas, donde los jugadores realizan funciones de todo tipo es evidente que la tipología tiende a dirigirse a jugadores de tipo atléticos cercano a los leptosomicos.

Aparte de estas características de la personalidad reconocibles en una primera fase, la personalidad del jugador queda definida por sus características personales.

  1. b) Características personales

En el fútbol sala, los jugadores son al mismo tiempo atacante y defensor y por ello la preparación tanto individual en el juego de defensa y en el ataque, como la colectiva, ofensiva y defensiva debe ser guiada por un idéntico criterio e inteligencia. Mediante una preparación equilibrada, un equipo será capaz de superar indemne aquellos momentos de crisis en los que, debido a factores o psicológicos, se produce un cierto desequilibrio en el juego ofensivo.

De hecho, en la realidad, podemos comprobar como jugadores, en situaciones muy favorables de ataque no consiguen marcar. En una circunstancia similar, la defensa debe ser capaz de contener al adversario, aunque por el momento. el equipo sea incapaz de reaccionar en ataque. Una vez superada la crisis y reencontrada la mejor inspiración ofensiva, el equipo podra recuperar la ventaja si esta es de proporciones limitadas. En la hipótesis más favorable, aquella en la que un equipo cuyo ataque entra en crisis disponiendo de un marcador favorable, el juego de defensa debe ser capaz de impedir al contrario acortar el marcador, reduciéndole en gran medida la posibilidad de ganar el partido.

Es por ello, que se exige del jugador mucha capacidad de acción táctica, de integración social y resistencia al estrés. Solo en personas que desarrollen una cierta independencia del entrenador dominaran en definitiva el partido. Allí dependen, al contrario que en el entrenamiento, completamente de ellos mismos, tienen que observar y planificar con autonomía, para actuar luego con decisión y seguridad. Por tanto, la calidad de la personalidad del jugador del fútbol sala debe presentar estas cualidades personales.

  • perseveranciay decisión, como expresión de voluntad con la que se prepara y participa en la competición.
  • capacidad de analizar rápidamente las situaciones presentadas en el juego y la respuestarápida de las decisiones más adecuadas.
  • combatividad
  • confianzaen las propias fuerzas y la de los compañeros.
  • equilibrioafectivo, en todas las circunstancias.

La existencia de estas cualidades debe ser constatada por el entrenador, mediante las observaciones psicopedagógicas; apreciar la presencia o ausencia de cualidades psíquicas existentes y su nivel de desarrollo puede ser realizado de modo eficiente por cada entrenador, en el contexto del proceso de preparación y en las competiciones. El método básico es la observación y el registro de datos sobre el comportamiento del jugador, en diferentes situaciones.

El estudio psicológico y, sobre todo, las conclusiones que se pueden extraer son mucho más difíciles que las somato-funcionales o las capacidades motrices. Por eso la tendencia en otros deportes de equipo es la aportación de los servicios de especialistas en psicología.

El modelo psicológico del jugador de fútbol sala debe aportar numerosas aptitudes y cualidades, que enumeramos a continuación:

1) Aptitudes/Capacidades sensoriales.

  • visión centrada y periférica;
  • sentido táctil y capacidad de orientación espacio-temporal;
  • sentido de equilibrio, espacial, de situación.

2) Aptitudes neuro y psico-motrices / Habilidades motrices.

  • destrezas técnicas;
  • aptitudes para la condición física;
  • capacidad de juego complejo;
  • coordinación;
  • capacidad motriz de adaptación, modificación, aprendizaje.

3) Aptitudes intelectuales / Capacidades cognitivas.

  • conocimientos tácticos;
  • inteligencia en el juego (memoria, fantasía de juego);
  • capacidad mental de adaptación, modificación, aprendizaje.
  • velocidad de análisis-decisión;
  • capacidad de anticipación.

4) Estructura temperamental / Capacidades psíquicas.

  • sistema nervioso fuerte, equilibrado, móvil, que asegure un comportamiento competitivo, combativo, agresivo.
  • estabilidad emocional, seguridad en sí mismo, tranquilidad;
  • resistencia al estrés y perturbaciones, ansiedad reducida;
  • buena adaptación.

5) Perfil de la personalidad / Capacidades de la voluntad y el carácter.

  • carácter fuerte, realista, calculador, disposición para el riesgo;
  • autocontrol, lucido, confiado en si mismo y en sus facultades personales;
  • fuerza de voluntad, resistencia de la voluntad;
  • decisión, perseverante, emprendedor, sociable.

Los factores psicológicos individuales influyen también en el éxito del equipo. Entre estos factores, la motivación de cada jugador es un elemento primordial. Esta está en relación con las variables colectivas, como son por ejemplo, el número de miembros del equipo, el nivel de juego general o la red de intracomunicacion.

El entrenador puede, pues, actuar sobre la motivación de cada uno de los miembros a través de estas variables. Puede así modificar el tamaño del equipo, ya que este depende del número de suplentes. Debe asimismo intentar evitar las disparidades demasiado acentuadas entre los niveles de juego individuales. La homogeneidad en los niveles de juego aumenta la cohesión del equipo y crea cierta estabilidad en la actuación. La motivación individual está también en función del ambiente afectivo reinante en el seno del equipo, y por tanto, de manera especial, de las relaciones interpersonales.

Estas pueden salir a la luz gracias a las técnicas socio métricas; con la cuales podemos conocer el entramado de las relaciones dentro de los equipos deportivos, porque normalmente se considera la cohesión una función de las simpatías y antipatías existentes dentro del grupo.

La distribución de los roles constituye también un factor importante en la motivación., Esta distribución empieza con la elección de los jugadores que van a participar en el encuentro y sigue con el reparto de tareas más los cambios.

Las variables sociológicas tienen, sin duda, su importancia en el plano individual, algunos investigadores han descubierto una relación entre la disciplina deportiva practicada y la clase social a la que pertenece el jugador, mientras que otros han visto que el medio social influye en el exito deportivo.

El entrenamiento deportivo es un proceso de formación indivudual

El incremento y el desarrollo físico no se puede separar de la capacidad y la preparación física, de la calidad motriz.

El jugador de fútbol sala necesita tener una capacidad de condición física (fuerza, velocidad, resistencia y flexibilidad) bien desarrollada, para poder realizar movimientos eficaces durante la competición. no nos podemos imaginar un buen chut a puerta con giro de cadera sin flexibilidad, un regate rápido sin velocidad, luchas entre dos jugadores sin resistencia y fuerza. Una técnica perfecta garantiza, por otro lado, una forma de juego que emplea de manera económica las capacidades motrices y conserva las reservas energéticas.

Finalmente, una acción táctica eficaz presupone una condición física bien desarrollada y una técnica especifica de competición. Estos ámbitos se han de formar sistemáticamente y objetivamente durante años mediante entrenamiento y competición.

Por tanto la condición física constituye una premisa principal para la práctica del fútbol sala y factor elemental del rendimiento del jugador.

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